Todo Sobre el Molusco Contagioso: Síntomas, Transmisión y Opciones de Tratamiento

El molusco contagioso es el nombre del virus que causa la erupción cutánea del mismo nombre. Es una infección muy común que puede afectar tanto a niños como a adultos. El virus se transmite mediante contacto piel con piel o por contacto con una superficie o un objeto que porte el molusco (como una toalla, por ejemplo).

 

Los síntomas del molusco contagioso son la aparición de pequeños crecimientos de color carne, con forma de "burbujas". Generalmente, los moluscos no producen ningún síntoma, ni dolor ni picazón. Pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo excepto en las palmas de las manos y las plantas de los pies donde son extremadamente raros.

 

El molusco contagioso generalmente se cura por sí solo sin ninguna complicación en un período que puede variar de meses a 1-2 años. El tratamiento es opcional y se debe llevar a cabo para evitar la extensión a otras áreas de la piel.

 

¿Cómo me contagié de molusco?

El molusco contagioso se contrae mediante contacto directo piel con piel o con una superficie contaminada. Esto significa:

1. De una parte del cuerpo a otra por rascarse o tocar.

2. Contacto de persona a persona a través del tacto.

3. Por contacto con un objeto o superficie contaminada, como una toalla.

 

Las lesiones en la piel generalmente aparecen de 2 a 6 semanas después de la exposición al virus. El diagnóstico es clínico mediante la observación de las lesiones por parte de un especialista y no requiere de pruebas diagnósticas adicionales.

Tratamiento

 

En un paciente sano, generalmente el molusco desaparece después de algunos meses, aunque los moluscos pueden persistir durante 1 o 2 años en algunos casos.

 

El tratamiento de los moluscos en niños es opcional ya que tienden a resolverse de forma natural sin dejar marcas. Una de las razones para tratar el molusco en niños puede ser para evitar el contagio a otras partes del cuerpo o a personas cercanas como hermanos o amigos.

 

Existen varias opciones de tratamiento:

1. Congelar los moluscos (Crioterapia).

2. Raspar los moluscos (Curetaje).

3. Tratamientos tópicos que estimulan la inmunidad local.

 

Ninguno de los tratamientos ha demostrado ser superior a los demás, por lo que la elección del tratamiento depende de la ubicación y la preferencia de los niños y sus padres. Los efectos secundarios del tratamiento incluyen dolor, irritación local y ansiedad durante el procedimiento.